Valor del mes: PacienciaLema del mes: «El amor es paciente» (1 Cor
13,4)
Lectio divina sobre 1 Corintios 13, 1-13
Objetivo
Preámbulo
Para la lectio divina: Prepararnos para la Palabra (Statio)
En silencio, interior y exterior, nos disponemos a leer este fragmento de las Sagradas Escrituras. Procuramos estar en la mayor paz y concentración posible, poniendo en las manos amorosas de Dios todo lo que somos y anhelamos, pidiéndole discernimiento. Invocando su luz en este encuentro personal y comunitario.
Oración inicial
Con humildad de corazón, queremos pedirte en este día,
Señor, a ti que eres la luz de la humanidad, que enciendas en nuestro interior
la llama de la esperanza y que nos permitas discernir, por medio de esta lectura
orante de tu Santa Palabra, todo el amor y la paz que deseas manifestar en
nuestras vidas.
Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos
de los siglos.
Amén
Canción para introducirnos en la meditación:
Introducción
La virtud del amor, fuerza inspiradora y trascendental,
enciende nuestra fe, impulsa nuestra esperanza y orienta nuestro modo de actuar.
Como dice el lema del mes, «El amor es paciente» (1 Corintios 13, 4). Sin lugar
a duda, esta virtud nos mueve a llenarnos de la presencia del Señor.
A través de su primera carta a los Corintios, san
Pablo nos exhorta a poner el amor en todas las acciones que realicemos.
Podemos ser personas de fe, pero si lo que realizamos
no brota del amor podemos caer en el fanatismo.
Hablemos hoy con Dios, en comunidad, a través de esta lectura orante de las Sagradas Escrituras para así llenar nuestras vidas de la esperanza que no defrauda: el amor.
Paso 1. Lectura con fe (Lectio)
Después de concluir la oración vamos a
proclamar el texto propuesto para la lectio-divina de este día con el objetivo
firme de conocer qué desea comunicarnos, de manera personal y comunitaria, la
Palabra de Dios.
Leemos por primera vez la lectura, desde la Biblia:
Escuchemos ahora 1 Corintios 13, 1- 13
Palabra de Dios.
Pregunta para reflexionar:
¿Qué me dice a mí el texto que hemos leído?
¿Cuál es la frase o palabra que más me ha
llamado la atención de la lectura?
¿Qué sentí al escuchar este texto?
¿Cómo se manifiesta la paciencia en las características del amor que se describe en esta lectura?
Paso 2. Meditar la Palabra (Meditatio)
Luego de compartir de manera comunitaria lo que nos dice textualmente nos disponemos a reflexionar la palabra proclamada. Un miembro de la comunidad hace una breve reflexión personal sobre la lectura leída. Dicha reflexión debe surgir de la meditación de las siguientes preguntas:
¿Qué me sugiere a nivel personal?
¿Cómo puedo aplicarlo a mi vida cotidiana?
Paso 3. Orar con la Palabra (Oratio)
Después de terminar la breve reflexión, llega el momento de orar con la Palabra. Se lee una vez más el fragmento propuesto y se hace oración interna mientras se va leyendo la lectura.
Paso 4. Vivir la Palabra, compromiso (Actio)
El amor que hemos experimentado en la oración debemos compartirlo en el día a día y renovarlo en cada momento. La fe que no se vive se deteriora, por tal motivo, luego de realizar una lectura orante de un fragmento de la Biblia, con esperanza, tener una experiencia vivencial de lo que hemos leído, meditado y orado.
Reflexionemos para ponernos en acción:
¿Cómo viviré mi amor a Dios en medio de las
experiencias de cada día?
¿De qué manera haré
presente a Dios con mis actuaciones?
Sabiendo la
importancia de la fe, la esperanza y el amor, como virtudes que deben conducir
mi vida, ¿cómo las pondré en práctica para ser una mejor persona?
Ahora, luego de conocer esta lectura y de haber orado con ella, decide qué acción en específico vas a realizar para hacer presente el reino de Dios en medio del mundo.
Conclusión
Es importante asumir el amor como un estilo de vida.
Puesto que todas nuestras acciones, desde las más importantes hasta las más
rutinarias, debemos realizarlas desde el amor.
Amando a Dios sobre todas las cosas le podemos servir con autenticidad. Por medio de ese amor que decimos tener a Dios, podremos amar de una manera más auténtica y sincera a las demás personas. Seremos fructíferos en la fe y nos haremos capaces de transmitir esperanza en la vida de quienes nos rodean.
Oración final
Concédenos la gracia de amarte con sinceridad, siendo signos visibles de tu infinita bondad en la vida de quienes nos rodean.
Danos la gracia de vivir la fe, la esperanza y el amor que emana del encuentro personal contigo, siendo testimonios vivos de estas sacras virtudes en medio de un mundo cada vez más necesitado de ti.
Ayúdanos a no caer en el pecado de la soberbia y derrama en nuestros corazones la gracia de tu amor.
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