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Guía Básica para vivir la Semana Santa adecuadamente

 

Valor del mes: Misterio Pascual, fundamento de la esperanza
Lema del mes: «Renacidos para una esperanza viva, por la Resurrección




 
 

Objetivo: Presentar a los jóvenes una guía sobre las vivencias de la Semana Santa para que puedan vivir adecuadamente la Pascua y la comprendan como el final del recorrido cuaresmal en el que se han preparado para vivir la alegría de la Resurrección.

Preámbulo:

En la recta final de la Cuaresma es necesario recordar el principal motivo de este tiempo litúrgico: Preparar todo nuestro ser para vivir de manera consciente la alegría de la Pascua.

Oración inicial:

Amado Dios, venimos a tu presencia con el corazón dispuesto a alabarte. Nos reunimos en tu nombre para concluir con alegría este recorrido cuaresmal en el que hemos sido peregrinos de esperanza que caminan confiados hacia la luz de tu resurrección.

En este día te queremos pedir que nos ilumines con tu gracia para poder ser signos de tu amor en medio del mundo.

Amén.

Introducción

Cuando iniciamos la peregrinación cuaresmal, que en este año sucedió el 5 de marzo con el Miércoles de Cenizas (varía cada año), resonaba en toda la Iglesia dominicana que la cuaresma es un sendero de esperanza, misericordia y conversión. Entrando ya en la recta final de este peregrinar, debemos preparar, como comunidad, nuestro corazón para vivir la alegría pascual.

Por eso, para vivir estos días que se aproximan, debemos estar conscientes de que estaremos viviendo en estos días durante la Semana Santa, como camino de peregrinación hacia la Pascua de nuestro Señor Jesucristo. En el tema de hoy te ofrecemos una guía básica para vivir la Semana Santa.

Preguntas para la reflexión

¿Cómo acostumbras a vivir la Semana Santa?

Como joven de Pastoral Juvenil, ¿Cuál es tu momento favorito de la Semana Santa?

La semana que cambió el mundo

Luego de recorrer el desierto cuaresmal, en el que hemos ayunado, ayudado y orado, llegamos a la Semana que impactó la historia de la humanidad. A nuestro Señor y Salvador Jesucristo le llega el momento de cumplir con su misión y nosotros tenemos la oportunidad de vivir su vivencia como comunidad de hermanos para tener un encuentro personal con él.

Durante la Semana Santa desandamos el camino de Jesús hacia la Pascua de Resurrección. Es la semana que cambió al mundo, pues Jesucristo, el Mesías que es proclamado como Rey el Domingo de Ramos, que se queda con nosotros en la Eucaristía y el sacerdocio el Jueves Santo; muere en la cruz para salvarnos el día del amor, el Viernes Santo, y resucita venciendo la muerte para darnos vida en abundancia el Domingo de Resurrección.

Caminamos junto a él sus últimos días previo a cumplir su misión. Por eso, es tan importante, como jóvenes cristianos, conocer qué significado tienen estos días de preparación.

Comencemos por el principio: El Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

La Semana Santa inicia con gran júbilo, una hermosa procesión con ramos que recuerda la entrada de Cristo a Jerusalén, en la que toda la Iglesia se reúne para proclamar: ¡Hosanna al Señor!

Esta procesión es un memorial de cómo nosotros, los seguidores de Cristo, estamos llamados a proclamarlo Rey de nuestras vidas. En este primer momento de la celebración, todos los fieles nos reunimos para caminar con palmas en las manos enalteciendo el nombre de Jesús.

Antes de iniciar el recorrido, quien preside la celebración bendice los ramos y proclama el Santo Evangelio de la entrada de Jesús en Jerusalén. Este año corresponde el evangelio de San Lucas 19, 28-40.

Luego del evangelio, quien preside la celebración realiza una breve homilía para luego iniciar con alegría la procesión.

¿Quieres profundizar tu fe en este momento de la liturgia? Alza tus ramos con alegría y proclama con palabras y acciones que Jesucristo es el Rey de tu vida.

… En la Pasión del Señor

Y al llegar a la Iglesia la liturgia gira en torno a la Pasión del Señor. Esto tiene varios sentidos. Unir las dos caras de la moneda: Presentar a Cristo glorioso, proclamado como Rey y, luego de esa alegría, mostrarnos que nuestro Rey vivió el sufrimiento para salvarnos. preparándonos para el duelo y la reflexión que debemos vivir en estos días en conmemoración del mayor acto de amor que hemos recibido: El Rey del Universo humillándose, entregando su vida para redimir nuestras almas.

Un dato importante que es prudente acotar es que el Domingo de Ramos es el único domingo durante todo el año litúrgico en que se lee la Pasión de Cristo completa.

La intención es preparar espiritualmente a los fieles para los días de reflexión que están por venir y examinar, a la luz de la pasión de Cristo toda nuestra existencia. Procura esta liturgia enfatizar en la magnitud del sacrificio de Jesús y la importancia del domingo, como Día del Señor, para la Iglesia, cuerpo de Cristo.

El sagrado Triduo Pascual

La vida de la Iglesia se fundamenta en lo que pasó en el Triduo Pascual. Durante el Jueves, Viernes y Sábado Santo vivimos nuevamente, como Iglesia, Cuerpo de Cristo que peregrina en el mundo, la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro redentor.

Como Iglesia, celebramos de manera solemne a nuestro Señor con acciones profundas que fortalecen nuestra fe. A través de la siguiente lectura te cuento algunos elementos esenciales de estos días sagrados.

Jueves Santo: Cuna del Sacramento de la Eucaristía y de la Institución del Sacerdocio

La noche antes de su gloriosa Pasión, Cristo nos dejó dos enormes recordatorios de su amor. La Eucaristía y el sacerdocio.

En los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas; y en la primera carta de Pablo a los Corintios, nos encontramos con Jesús en la Última Cena, a Jesús diciéndole a sus doce apóstoles que el pan que él estaba fraccionando, partiendo para ellos, compartiéndolo con cada uno de ellos, era su cuerpo, que se entregaba por todos nosotros para nuestra salvación. También les dijo que el vino que estaba en el cáliz era su sangre, que se derramaba, como la de los corderos que se sacrificaban en el pueblo de Israel, para el perdón de los pecados.

Desde ese momento, cada vez que nos reunimos como Iglesia, como Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo, participamos del sacrificio de Cristo hasta que él vuelva.

En ese pedacito de pan que es Cristo y en ese poquito de vino, que también es Cristo, actualizamos el sacramento de nuestra fe.

Ese mismo día, en esa cena, San Juan nos cuenta que Jesús fundó el sacramento del sacerdocio. Cuando Cristo les lava los pies a sus amigos, les dice que lo hace para que sean servidores de sus hermanos, para que hagan lo mismo entre ellos.

¿Y cómo puedes vivir este día bien vivido? Participa con un corazón dispuesto en la liturgia de ese día. Escucha con atención cada lectura, ve los gestos y acciones del sacerdote y vive la fe que celebras. Si no estás en gracia por alguna razón, confiésate, para que puedas comulgar y celebrar que Cristo, por amor a ti y para alimentarte, se queda en el pan.

 

Los Monumentos al Santísimo Sacramento

Esa noche y durante la mañana del Viernes Santo, toda la Iglesia acompaña a Jesús en su pasión a través de la adoración eucarística en los Monumentos al Santísimo Sacramento. Su propósito es acompañar a Jesús en su oración en el Huerto de los Olivos.

Jesús, quien a esa hora era aprisionado por amor a la humanidad, sufre para salvarnos. Por ese motivo debemos acompañarlo. Acercarnos a él y orar con fe, para que en su Getsemaní nuestra confianza en Dios se fortalezca.

Siempre tengo el recuerdo de que en los años en que asesoraba la Comisión Parroquial de Pastoral Juvenil siempre íbamos de todas las comunidades a velar la hora juntos al monumento de la parroquia, sin importar qué tan distante a la parroquia era la capilla a la que perteneciéramos. Esto nos edificaba y nos ayudaba a vivir con más fervor este hermoso momento de encuentro con Dios. ¡Si se animan a hacerlo, me avisan yo los acompaño!

 

El Viernes Santo: El Día del Amor

El Día del Amor es el Viernes Santo. Por amor a la humanidad, Jesucristo, el Hijo muy amado de nuestro Padre Celestial, se entrega para redimirnos.

La Cruz de Cristo es el signo del amor. En ese instrumento de tortura, el Mesías derramó hasta la última gota de su sangre para obtener la salvación.

Pero, ¿cómo vivimos nuestra fe en este día? Participando en los oficios religiosos de ese día.

El Viernes Santo es el único día del año en que no se celebra la misa. Se tienen los llamados oficios religiosos. Estos evocan rememorar la Pasión y muerte de Jesús.

La liturgia de ese viernes, que conmemora el dolor de Cristo que padeció por amor nuestro comienza en absoluto silencio a las 3:00 p.m., la hora en que murió nuestro Salvador.

Este acto religioso tiene como punto de inicio al sacerdote postrado en tierra, como signo de profunda penitencia. Para luego ponerse en pie, orar con la comunidad e invitar a la escucha de las lecturas que recuerdan el sacrificio del Señor.

¿Cómo puedo acercarme más a Dios este día? Respetando su sentido penitencial. Este día nos invita al silencio, al ayuno, a la oración y reflexión. Como jóvenes de fe, tenemos que entender el sentido de este día: Jesucristo, por amor a la humanidad, ofrece el sacrificio de su vida al Padre Celestial para salvarnos.

Pero, ¿cómo agradeceremos a Dios todo este bien que nos ha hecho? Uniendo nuestras situaciones diarias, nuestros padecimientos y dolores al sufrimiento de Cristo en la cruz.

Este es un buen día para ofrecer el ayuno obligatorio por una causa que estemos pidiendo a Dios. Ya sea la salud de un ser querido, la conversión de alguien a quien amamos y que se ha alejado de Dios o cualquier petición que tengamos.

La Vigilia Pascual: La noche en que Cristo vence la muerte

Para todos los católicos del mundo, la Vigilia Pascual debe ser vista como la festividad más grande del año. Así lo demuestran todos los momentos que componen esta maravillosa celebración.

En la noche santa, nos iluminamos con la Luz de Cristo, en el Lucernario, el solemne comienzo de la Vigilia, donde se bendice el fuego y se enciende el cirio pascual, al cual acompañamos en procesión hasta llegar al templo, mientras damos gracias al Padre por la luz de Cristo que resucita para renovar nuestra esperanza.

Luego de este maravilloso momento, exultamos con alegría junto a los ángeles por medio del Pregón Pascual. Inmediatamente después, recorremos el camino de la historia de la salvación a través de la liturgia de la palabra de este día. Al concluir la última lectura del Antiguo Testamento, se proclama el Gloria, con el que se anuncia la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Seguidamente se lee una lectura del Nuevo Testamento, se canta el aleluya y se lee el evangelio.

Concluida la liturgia de la palabra, todos renovamos nuestro bautismo en la liturgia bautismal. Finalmente, pasamos a la Liturgia Eucarística.

Es toda una gran fiesta, en la que se nos muestra todo lo que estamos llamados a ser como creyentes. A través del Lucernario se nos invita a ser luz. En la liturgia de la palabra, las Sagradas Escrituras nos muestran la cercanía de Dios como salvador nuestro, al renovar nuestras promesas bautismales reafirmamos nuestra realidad como miembros del Cuerpo de Cristo y en la Eucaristía nos hacemos parte de la vida inmortal de nuestro Señor Jesucristo, que, venciendo la muerte, nos da vida en abundancia.

 

Otras actividades propias de estos días

 

La Iglesia nos presenta otras actividades para vivir la Semana Santa con profundidad.

Algunas de las actividades que tendremos en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Licey son:

La caminata de hombres del Domingo de Ramos. Partiendo de la parroquia a la 1:00 p.m.

La obra teatral La Hora del Señor, enfocada en la Pasión de Cristo. El Miércoles Santo a las 7:00 p.m.

La Pascua Juvenil Zonal en el ISFODOSU (Núñez Molina), Jueves, Viernes y Sábado Santo (en diferentes horarios).



La Pascua Juvenil Arquidiocesana en la PUCMM. Domingo de Resurrección, 9:00 a.m.

 

Reflexionando en torno al tema

Luego de escuchar sobre la importancia de vivir adecuadamente la Semana Santa, se hace imprescindible profundizar sobre estos días de tanta importancia para nosotros, los jóvenes católicos de hoy. Por tanto, reflexionemos:

¿Participaré en todas las celebraciones litúrgicas de mi parroquia o capilla para poder vivir adecuadamente estos días de reflexión?

¿Me integraré a todas las actividades que realice mi parroquia y mi zona pastoral para vivir la Pascua Juvenil como es debido?

¿Transmitiré a otros jóvenes que no pertenecen a mi comunidad juvenil estas enseñanzas para que se acerquen más a Dios?

 

Canción para reflexionar

Para meditar sobre el sentido de la Semana Santa, profundicemos en esta hermosa canción:



Oración final

Con amor te presento, Señor, todo mi ser en este día. Te presento mis pensamientos y mis palabras, mis sentimientos y mis acciones, para que en tu inmenso amor lo purifiques y lo hagas más digno de ti.

Pongo en tus manos mi existencia para que me permitas cada día vivir para ti.

Amén.

 

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