Valor
del Mes: La Palabra, fundamento de la EsperanzaLema
del Mes: «Tu Palabra es la fuente de mi esperanza» (Sal
119,114)
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Por medio de la lectura orante de la Biblia nos encontramos más adecuadamente con Dios |
Objetivo:
Presentar
a los integrantes de las comunidades de Pastoral Juvenil una catequesis básica
sobre la lectio divina, para su aplicación durante el mes de septiembre, mes de
la Biblia.
Preámbulo:
¿Sabías que septiembre es el mes de la Biblia? ¿Y sabías que la Biblia es la Palabra de Dios que se revela a la humanidad para darnos vida? ¿Y conocías que la Iglesia nos proporciona un método para leer, orar, meditar y contemplar el amor de Dios a través de la lectura orante de las Sagradas Escrituras?
Si
has respondido «no» a estas preguntas, este tema es una buena oportunidad para aprender,
conocer y comprender más sobre la Palabra de Dios.
Te
invito a que dispongas tu corazón a ser un «terreno fértil» (como nos predicó Ronal Taveras el sábado en la Noche Blanca) para que esta catequesis te ayude a
amar más y comprender mejor qué es y en qué consiste la lectio-divina.
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«Ruta de la Esperanza» Capilla San Rafael, El Tabuco |
Oración inicial
Amado Dios, fuente de nuestra esperanza y nuestra paz, en este día en que nos reúnes en tu presencia para mostrarnos tu amor, te damos gracias por dejarnos tu Palabra, que es fuente de vida y punto de encuentro con tu misericordia y bondad.
Te
damos gracias, porque en este día nos das la oportunidad de conocer y
comprender una manera de interiorizar nuestra fe por medio de la lectura orante
de las Sagradas Escrituras.
Te
pedimos que abras nuestro entendimiento e ilumines nuestros corazones.
Amén.
Introducción
En
su inmenso amor, Dios nos ha dejado en las Sagradas Escrituras una «Ruta de Esperanza»
para que conozcamos su plan de salvación.
La
Biblia es una compilación de 73 libros, de los cuales el mismo Dios es el autor
a través de la acción de su Espíritu Santo. Él inspiró, durante unos 1500 años,
a los diversos autores que eligió para obrar por medio de ellos.
La Palabra de Dios, que es viva y
eficaz (Hebreos 4, 12), nos muestra cómo Dios sale a nuestro encuentro para
salvarnos.
Hoy, para profundizar en la riqueza de
las Sagradas Escrituras, utilizaremos la lectio divina, como «un camino que nos
conduce desde el texto sagrado hacia la vida» (Benedicto XVI, Verbum Domini,
86).
Antes de entrar en materia,
escuchemos una canción que nos puede servir para introducirnos en la oración
¿Qué es la lectio-divina?
Empecemos por el principio, definamos el término. Más que un método de estudio bíblico, la lectio-divina es una práctica vivencial de oración, meditación y contemplación de la Palabra de Dios.
Benedicto XVI la describió como el «arte de la escucha» de Dios. Hoy, tú vas a aprender a escuchar la voz de Dios a través de la lectura orante de la Biblia.
Esta práctica es un camino con cuatro paradas:
1- Lectura (Lectio):
En esta
parada nos detenemos para ver qué dice el texto.
2- Meditación (Meditatio):
Al detenernos
en esta parada, analizamos qué me dice a mí personalmente el texto.
3- Oración (Oratio):
Cuando
llegamos a este punto del encuentro, le respondemos a Dios sobre lo que Él nos ha
dicho en la lectura.
4- Contemplación
(Contemplatio): Al llegar a la última parada, reflexionamos sobre a
qué nos invita Dios en la lectura.
Vamos a interiorizar lo expresado en el libro de Lamentaciones 3, 21-26
Primera parada, Lectio:
Lectura del Libro Lamentaciones 3, 21-26
Pero me pongo a pensar en algo y esto me llena de esperanza:
La misericordia del Señor no se extingue ni se agota su compasión; ellas se
renuevan cada mañana, ¡qué grande es tu fidelidad!
El Señor es mi parte, dice mi alma, por eso espero en él.
El Señor es bondadoso con los que esperan en él, con aquellos que lo
buscan.
Es bueno esperar en silencio la salvación que viene del Señor.
Palabra de
Dios
Preguntas para la reflexión
¿Qué palabra
o frase me resuena?
¿Qué llena de
esperanza al autor sagrado?
¿Qué dice
sobre la misericordia y sobre la compasión?
¿Cómo es la
actitud de Dios con los que esperan en él?
Segunda parada, Meditatio (releer el texto)
Comparte tu meditación personal.
Ahora meditemos brevemente lo siguiente: ¿Qué nos dice el texto hoy?
El autor sagrado del libro de Lamentaciones nos habla de la esperanza. Él nos habla al corazón sobre la misericordia de Dios que siempre se renueva. Sobre esa compasión que nos tiene el Señor que no se agota nunca. Porque a pesar de nuestros errores su fidelidad permanece. Él es fiel y nos llama a ser fieles también.
Su bondad es inagotable, por eso sale a nuestro encuentro en la oración. Su bondad no conoce límites por eso nos habla al corazón a través de su palabra.
Tercera parada, Oratio (Respuesta a Dios que nos escucha) (releer el texto)
Luego de
unos minutos ora de nuevo en comunidad.
Amado Padre
Celestial, como jóvenes de fe nos reunimos en torno a ti para que enciendas en
nuestras almas, a través de tu palabra, el fuego de la esperanza. Concédenos la
gracia de vivir para ti, danos la capacidad de cumplir tus preceptos y llena
nuestros corazones de la paz que brota de tu Santa Palabra.
Todo esto te
lo pedimos en nombre de tu Hijo, Jesucristo, Nuestra Esperanza.
Amén
Cuarta parada, Contemplatio: ¡Hagamos un propósito de vida a la luz de esta palabra!
Ahora, hagamos vida lo contemplado
¿Cómo pondré
en práctica lo vivido y aprendido hoy?
¿Estoy
dispuesto a vivir la esperanza, la misericordia y la bondad de Dios en todos
los aspectos de mi vida?
Realicemos
hoy un compromiso: ser propagadores de esperanza en medio de una sociedad llena
de razones para pregonar lamentaciones. Seamos quienes mostremos misericordia a
los demás.
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A modo de conclusión
Nuestra
lectura de las Sagradas Escrituras debe estar acompañada siempre por la oración.
Pues, «las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la
Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo». (Dei
Verbum 11), por tal motivo, necesitamos su luz y su gracia para apreciar
mejor lo que Dios nos transmite a través de su Palabra.
Oración final
Padre Nuestro
y Ave María
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